Otro aire de Ronda

 Cuando el viajero romántico llega a Ronda busca el poder disfrutar de «la ciudad con vistas» respirando otro aire diferente del que respiran los turistas. Otra forma de conocer la ciudad donde la piedra y la roca toman carácter monumental. Si eres de este tipo de viajeros lo primero que debes hacer es buscar un alojamiento con encanto. Una buena opción es el «Hotel Aire de Ronda».

Un hotel con solo 3 habitaciones diferentes (Oro, Plata y Cobre) decoradas con mucho estilo y cuidando hasta el último detalle. No busques aquí habitaciones con números en la puerta, aquí el trato es más personal y con un cuidado familiar todo gracias a esa gran anfitriona que es Mariví. Olvida lo que digan las guías , tu pregunta a Mariví que es lo que puedes ver, donde comer, que comer y que vinos de Ronda son los mejores. Y si puedes pídele que te prepare una cena, te fascinara su cocina. A partir de este momento y con todo lo que te ha aportado la charla con ese encanto de persona es hora que te pongas camino a descubrir la magia de Ronda.

 Aunque son muchos los tesoros de Ronda, no debes dejar de visitar:

 – Puente nuevo: Símbolo universal de Ronda que con su construcción lo viejo se unió a lo nuevo. Un prodigio de arquitectura que permitió unir un mundo medieval con otro moderno y que la ciudad antigua pudiera convivir con la ciudad nueva.

 – Plaza de toros: Propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, una de las más antigua de España y escenario de lujo para la tradicional corrida goyesca en el mes de septiembre. No debemos olvidar que Ronda fue la cuna del Toreo, ya que este se inició en la Plaza de San Francisco.

 – Baños árabes : Uno de los mejores conservados de España.

 – La Casa del Rey Moro: Con La mina de agua, una estructura militar secreta con 60 metros de desnivel desde la ciudad al río y declarada Bien de Interés Cultural desde 1.943  y Los jardines de Forestier que dan al borde de la garganta del Tajo y diseñados  en 1.912  por encargo de la Duquesa de Parcent.

 – Iglesia de la Merced, donde se guarda la mano de Santa Teresa.

 – Palacio de Mondragón.

 – Colegiata Santa María la Mayor.

 – Templete de la Virgen de los Dolores: Con figuras de hombres ahorcados que a modo de columna soportan el tejadillo donde en una hornacina se encuentra la imagen de la Virgen de los Dolores.

 – Palacio de los Marqueses de Salvatierra.

 Y como no, disfrutar de la vida social paseando por la Calle de la Bola , aunque en realidad se llame Calle Espinel.

 

Llegado a este momento, el viajero debe reponer fuerzas y es hora de recordar los consejos dados por Mariví y visitar los locales que nos recomendó. Empezaremos por visitar locales más informales en donde la gastronomía y sus vino son muy destacables. Así nos encontramos con:

 – Entrevinos C/ Pozo, 2

 Quinto Tramo C/ Espinel, 75 ( de la Bola, 75)

 La Taberna Plaza del Socorro, 8. Establecimiento regentado por Carlos que con su carácter acogedor hace que te sientas como en casa. Aquí puedes disfrutar de unas fabulosas tapas y raciones, del que no te debes ir sin probar sus croquetas de morcilla, sus carrilladas, el serranito, la berenjena rellena de langostino y jamón, sus diferentes ensaladas, entre otras maravillas culinarias . Hay que destacar que Carlos es uno de los mejores embajadores de los vinos de Ronda, déjale total libertad para que elija vuestros vinos. Así fue como descubrí los siguientes caldos:

 – Lucio 2011 . Bodegas MoroSanto

Payoya Negra. Finca la Melonera

6 + 6. Bodegas Chinchilla

Niño León. Bodegas Conrad

Los Aguilares Pinot Noir 2011. Cortijo Los Aguilares

Descalzos Viejos. Bodegas Descalzos Viejos

 

Si buscáis restaurantes más formales:

Almocabar. C/ Ruedo Alameda, 5

 El Predicatorio. C/ Ricardo Navarrete s/n

 Carmen, la de Ronda. Plaza de la Duquesa de Parcent, 10

 Y así acaba este viaje por Ronda, una tierra maravillosa que lleva el espíritu andaluz por sus venas, por algo fue aquí donde la bandera andaluza y su himno fueron elegidos por la Asamblea andalucista de Ronda en 1.918.

 Desde aquí agradecerle a Mariví la posibilidad de descubrir este otro Aire de Ronda , de transformarme en un auténtico viajero romántico y de regalarme el placer de saborear un gran vino como es el Lagarejo 2.006 de Bodegas Viloria.